Mansilla y Tuñón, en colaboración con Matilde Peralta, fueron los arquitectos que se adjudicaron el concurso para el futuro Centro Internacional de Convenciones de Madrid.
Estará ubicado en el entorno de CTBA, aunque el edificio distará mucho de parecerse a los rascacielos que lo rodean. Su diseño se compone de un cilindro tumbado de 110 metros de altura con orientación norte-sur. El edificio en sus fachadas circulares contará con diversas perforaciones también cilíndricas que extenderán la luz natural por la estructura.
Tendrá dos auditorios: un auditorio exterior para 1,500 personas y un auditorio interior con capacidad para 3.500 personas. La última planta del edificio estará liberada para servir como mirador de la ciudad. Actualmente se encuentra en construcción.
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